"Un día vi el libro de Sonrisas de Bombay en una librería de Zaragoza, y sólo leyendo 3 paginas supe lo que quería ver, sentir y compartir, me había emocionado.
Elegí en el año 2008 viajar con mi pareja a India, necesitaba ver con mis propios ojos si era verdad la experiencia vivida por Jaume, nos fuimos en Agosto a Bombay, y desde el primer día mis ojos se empañaban al recorrer en Rickshaw las calles estrellas, polvorientas y pobres de Bombay, viendo decenas de personas, repito, "PERSONAS", durmiendo en el suelo de la calle, ni siquiera un cartón, nada, pobres.....a los pocos días me colé en la oficina de Jaume y cual fue mi sorpresa que aquél día apareció y yo que pensaba que casí era un personaje inventado, que no podía existir alguien como él, y apareció, con sus papeles debajo del brazo, con un sonrisa increíble y nos quedamos mirándonos como si nos conociéramos de siempre.
Con su amabilidad nos hizo entrar en su despacho y nos explicó junto a Ana ( su ayudante ) y en la compañia de otra pareja de Barcelona que estábamos igual de sorprendidos de estar sentados hablando del libro de Jaume, de su día a día en Bombay y en la estrecha colaboración con la gente india, que igual de solidario que él, aportando todo lo que podían, a veces incluso sin necesidad de una rupía, tan sólo tiempo.
Y así se nos pasó el rato y a mi se me escapaban las palabras y el tiempo y no quería soltar a Jaume de los abrazos que le daba y de decirle que gracias por llegar hasta donde el egoísmo no llega. Nos despedimos con un hasta pronto y con la misma sonrisa que le vimos la primera vez.
Marchamos con Ana de nuevo a la realidad. Nos llevó un día lluvioso hasta Karuna, en la furgoneta de Sonrisas de Bombay, todo el tiempo tuvo palabras para los niños de la escuela Karuna, de cómo se había luchado para darles cobijo, estudios, y cariño. Ese que tanto nos hace falta aquí y allá. Del esfuerzo de Jaume por que sus familias participasen también en su educación, sacándoles muchas veces de la mendicidad, y muchas veces desde la propia incomprensión del pueblo indio.
¿Cómo es posible que un barcelonés con la vida resuelta, dejara todo atrás por unos niños? El cariño y las ganas van más rápidos que el tiempo y la luz.
Y vimos a los niños...y nos dieron miles de abrazos y de sonrisas, las más bonitas del mundo, y lloré, y me colé en sus clases, y lloré, y las profesoras fueron maravillosas. Karuna era el cielo en aquél día para mí. Y las instalaciones, estaban cuidadas y pintadas con el cariño, y los pupitres eran los mejores sitios del mundo para aprender. No pude parar de llorar de felicidad y miraba a mi pareja, y no podía explicarle como me sentía.
No hay palabras cuando las emociones hablan. Y nos dimos miles de abrazos con los niños y miradas que hablan por si solas.
No podía creer que ya nos fuéramos tan pronto de la escuela y con la mano desde lejos saludaba, y así con Ana nos fuimos a comer, con la culpabilidad de alguien que ha hecho una travesura, y hablamos de España, de Jaume, que de dondé había salido alguien como él, de Ana, de como decidió seguir sus pasos y poner su granito de arena, junto al de Jaume, y que algún día cuando Jaume fuera mayor, tendría barriguita, y barba, y yo diría que un día le conocí, y me sentiría orgulloso de haberlo conocido y que cuando llegará ese momento, todo el mundo conocería lo que hizo por los niños de Bombay...y así en la mesa alguien dijo que se hacía tarde y teníamos que marcharnos, y yo dije que el día que vi el libro en Zaragoza mi reloj se había parado y que nunca más sabría que es pronto o que es tarde en la India.
El resto del viaje, fue increíble, pero no dejé encontrar las trazas que me habían marcado los niños de Karuna, y siempre siempre, miraba mi reloj........Muchas gracias Jaume."
"p.d.: Hola chicos, esto es aparte de la carta, os mando un fuerte abrazo por lo felices que nos hicistes a mí y a mi novia francesa, y siempre le cuento a todo el mundo lo que viví con vosotros, dadle recuerdos de parte del chico de Pamplona, que trabajó en la expo de Zaragoza a Jaume, ojalá que se acuerde de mí, estuvo hace unos meses en Pamplona y no pude verle, pero me hizo mucha ilusión os mando las fotos que hice con vosotros, Jaumeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee eres grande , ahora vivo en Barcelona, espero ir pronto a tu oficina, y conocer a tus compañeros, ya me vale. "
Texto y fotografías : Rubén Huerta
7 comentarios:
Me encantaría vivir esa experiencia, tiene que ser maravillosa, pero si el lloraba con cada cosa que veía no me quiero ni imaginar yo que soy de lágrima fácil, sobretodo con los niños...
Un beso para tod@s
Buenisimos Dias Sonrisas de Bombay!
SI, lindisimo el texto de Ruben,
Pero tanto igual de importante es esta parte de su p.d. "y siempre 'le cuento a todo el mundo' lo que viví con vosotros."
Asi seguiran los efectos de comunicacion y NO PARARAN, porque SIEMPRE 'DECEAMOS' LO MEJOR DE LO MEJOR!!!!!!!
SI, LO MEJOR DE LO MEJOR, SIEMPRE!!!!!!!
p.d. De igual manera SABADO Junio 27, 09, LES DECEO(AMOS) LO MEJOR DE LO MEJOR, se que tambien sera un 'DIA MAGICO','SUNDAR DIN':-))!
Mil Gracias por compartir las fotos!
Bueno, lo de 'SUNDAR DIN' lo aprendi (lo copie)en este blog de uno de los coments, me gusta.
Impresionante testimonio. Muchas gracias por compartirlo con todos.
Una gran sonrisa para todos ;)
Que alegria leer todo lo que has visto y sentido.
Yo lo tengo puesto en mi lista de cosas que tengo que hacer, pero aun no es el momento, ya llegara, seguro!!
Que fotos mas tiernas, nos has contagiado!
Besitos.
Desde luego el título del post no podía ser otro.
Me ha encantado la carta de Rubén muy emotiva. Espero compartir pronto esas sensaciones!!
Es lo que tiene Jaume que "engancha", en cuanto lees el libro, te entran unas ganas locas de viajar a Bombay y si encima tienes la suerte de conocerle y cruzar unas palabras con él ... la emoción está servida.
Petons
Es increíble como ha escrito su vivencia, como sido capaz de plasmar los sentimientos que le despertó el viaje, pero sobre todo de trasmitirlo, de acercarte hasta Bombay y experimentar con él lo vivido.
Muchísimas gracias por compartirlo y hacernos, en cierto modo, participes de tu viaje.
La más bella y grande de las sonrisa,
Bea.
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