jueves, 6 de agosto de 2009

"Mamá, ¿qué es un orfanato?"

Hoy queremos compartir con vosotros una carta que nos llegó a la oficina de Bombay de parte de Elena, una personita muy especial que nos arrancó una gran sonrisa.

Soy Elena, tengo 3 años aunque pronto cumplo 4, y quería deciros que me puse muy contenta cuando recibí el dibujo de un niño de Bombay. Hoy lo he llevado al colegio para enseñárselo a mi seño.

Un día del pasado mes de Agosto mientras yo desayunaba mamá leía un libro y apenas me prestaba atención. Sentí curiosidad porque su cara pasaba de una sonrisa a tristeza e incluso alguna lágrima. Le pregunté que estaba leyendo y me dijo que un señor muy bueno vendió todo lo que tenía y trabajó duro para conseguir mucho dinerito y así evitar que cerraran un orfanato y para hacer un colegio. “¿Un orfanato?” “¿qué significa esa palabra mamá?”. Mamá me explicó que había niños que no tenían mamá ni papá. No me podía imaginar que eso podía ocurrir. Rápidamente le dije a mamá que por qué se habían quedado sin padres y mamá me contó cómo es la vida en otras partes del mundo. Me contó que había niños que no tenían cosas tan normales para nosotros como zapatos, ropa, cuarto de baño en sus casas, también me dijo que no había colegios, ni lápices, ni cuadernos, y lo que más me sorprendió fue cuando me dijo que muchos niños no tienen apenas nada para comer. “Pero ¿qué les ha pasado a sus padres?, ¿dónde están?”, insistí, Mamá me dijo que además de todas esas carencias hay otras muy importantes; en esos lugares no hay muchos medicamentos y si enferman muchas veces no se pueden curar y por eso hay muchos niños sin padres.




Esto sí que no lo podía entender “¡niños sin padres!”. Durante todo el día me acordé varias veces de lo que mamá me había contado por la mañana y justo antes de acostarme se me ocurrió una gran idea que podía solucionar todos los problemas, así que se la conté rápidamente a mi madre. “Mamá, cuando empiece el colegio voy a dibujar una moneda grande, grande, grande y con ella compraremos comida, ropa, cuadernos, lápices, cosas, ¡YYYYYYYY! Medicamentos para los padres”. Creo que a mamá le gustó la idea porque me dio un fuerte abrazo y muchos besos.




Yo le he contado lo de los niños de Bombay a mi seño y a los niños de mi clase. Les he dicho que ya tienen casas, colegios, lápices, etc. porque hay muchas personas que ayudan. Un día antes de las Navidades preguntó mi maestra en clase: “¿qué queréis que os traigan los Reyes Magos?”, todos los niños empezaron a pedir muchas, muchas cosas, yo preocupada me levanté de mi asiento y me acerqué a la mesa de mi seño y le dije al oído: “seño, los niños están pidiendo tantas cosas que no van a dejar nada para los niños de Bombay”. No entiendo porqué pero también me abrazó y me dio muchos besos.

Tengo que decir que a veces a mi también se me olvida y quiero comprarme muchas cosas en la tienda de juguetes pero mamá me recuerda que no está bien y que debemos guardar ese dinerito para los niños que tienen menos. La mayoría de las veces lo acepto pero hay veces que me cuesta más y me pongo insistente.

¡Ah! Mamá dice que cuando yo sea un poco más mayor iremos a Bombay a conoceros.
Muchos besitos.

¡Un abrazo muy fuerte, Elena!




Fotografías: Sonrisas de Bombay, departamento de visitas

2 comentarios:

green4hope dijo...

Hola GENTE SUPER LINDA!
SUPER SIMPATICA ELENA!
MIL GRACIAS POR COMPARTIRLA!
SI, A VECES LOS NIN@S SON INCREHIBLES!
Y SI QUE UNO APRENDE DE ELLOS, O SE ASOMBRA DE SUS INTERESES Y DESCUBRIMIENTOS!


LO MEJOR DE LO MEJOR, SIEMPRE!!!

p.d.Mi sobrinito ya se ha disciplinado mas con eso de la compra de juguetes! Cuando era mas pequeno si me 'controlaba' mas. Pero ya entiende que cuando uno no tiene trabajo estable uno no debe comprar juguestes (jajaj)!

Beatriz Díaz dijo...

Que hermosa carta, a mí también me despertó una grandísima sonrisa, la verdad es que maravilloso lo que los niños son capaces de hacer y que desde tan pequeños estén concienciados de la realidad y quieran ayudar, ya que eso es lo que hará posible construir poco a poco un mundo mejor.
La más grande de las sonrisas,
Bea.